Había una vez un señor llamado Pierre Culliford, más conocido como Peyo, que se encontraba en un ameno almuerzo con su amigo. Encontrando la comida algo insípida, le pidió a su amigo que le pasara la sal. Sin embargo, su mente le hizo una pequeña jugarreta e hizo que se olvidara de la palabra sal (sel en francés), diciendo finalmente “schtroumpf” para referirse a ella. Y así, en una conversación cotidiana, nacieron Los Pitufos.

Todos recordaremos aquella melodía alegra cantada por unos pequeños personajes azules que vivían en grandes hongos en lugares recónditos del bosque. Recordar a Papá Pitufo, a Pitufo Valiente, Gruñón, Tontín, Filósofo y Pitufina y las exquisitas pitufresas. A Gargamel, que junto a su gato Azrael, no dejarían de armar planes hasta el día en que lograrán atrapar a Los Pitufos. Recordar todo ello, recordar cómo esperábamos un episodio más de “Los Pitufos” (animados a la perfección por los genios Hanna-Barbera) es más que entrañable.

“Los Pitufos” (Les Schtroumpfs) fue, originalmente, un cómic. Tuvo un total de 26 número cada uno de aproximadamente 64 páginas y con formato a color. Su creador, como introdujimos anteriormente fue Peyo. Sin embargo, nuestros amigos azules se hacen conocidos cuando Peyo decide mover su proyecto de las imprentas y editoriales al mundo televisivo y gracias a la mano e ingenio de Hanna-Barbera, “Los Pitufos” se volverían en todo un fenómeno mundial y,  hoy en día, íconos de la cultura Pop (siendo uno de los pocos íconos Pop provenientes de un lugar distinto a Norteamérica).

Este año, con toda la fiebre de los grandes productores de Hollywood por querer traer de vuelta a personajes e historias memorables, se estrenó la película en 3D de “Los Pitufos”. Si bien no es una película que presenta un guión muy elaborado o grandes actuaciones, es una película familiar que cumple su objetivo (siendo los padres o hermanos mayores los de mayor probabilidad a emocionarse y conmoverse). Con diversas escenas de humor, piruetas entretenidas y moraleja final, Papá Pitufo y sus hijos e hija logran robarnos el corazón una vez más, dejándonos un sabor agridulce, pues sabemos que los tendremos que dejar una vez más.

Entonces, si por ahí se sienten algo nostálgicos, si quisiesen retornar a su infancia por un rato, “Los Pitufos” es una excelente elección en el cine, pues está garantizado que los hará volar con su mente a la época de los verdaderos dibujos o cartoons de la tele y, probablemente, hasta quizá canten con ellos mientras estén viendo la película.